sábado, 10 de septiembre de 2011

Catársis Vengadora

Analizando la franquicia de Marvel que reúne los orígenes de cuatro de sus personajes más célebres y que convergirán el próximo abril con el prometedor megaproyecto "Los Vengadores" quisiera destacar los puntos más profundos que se tocan en este polifacético subuniverso que se fue armando a partir de Iron Man en 2008 y culminó temporalmente el pasado Julio con Capitán América: El Primer Vengador.
Cada una de las piezas de este rompecabezas tiene el sello, no solo de un héroe o superhéroe, sino de una moraleja que resulta a partir de los valores y el modo de ser de estos personajes, y es el objetivo de este análisis desentrañarlos.
Comenzamos con Tony Stark, alias Iron Man o el Hombre de Hierro. El único vengador entre los cuatro a presentar que no se lo debería considerar (super)héroe, por carecer de mutaciones físicas y/o químicas que lo realcen como tal y el unico también que tuvo dos historias para contar en esta franquicia hasta el momento (2008 y 2010, con los muy bien encajados features de las históricas bandas Black Sabbath y AC/DC, respectivamente). Muy bien interpretado por el aclamado Robert Downey Jr (¿Quién se lo hubiese imaginado en la piel de un héroe de cómic?), la personalidad de Stark hace recordar a superhéroes de otros films, como la Antorcha Humana llevada a la pantalla grande por, curiosamente, el nuevo Capitán América, Chris Evans, ya sea por su humorística arrogancia así como el amor por las risas hacia sus pares y su particular relación con las mujeres. Aunque con un poco más de plata, claro.
Pero al márgen de esto, lo que definitivamente resalta de su modo de ser y se halla presente en él como su rasgo negativo a analizar es el materialismo y ostentación que lo aleja cada vez más de la humildad necesaria para concretar su sentimiento de amor hacia la mujer que ama, en forma correspondida, y fortificar su amistad con su mejor amigo quien muchas veces debe funcionar como su voz de la conciencia. Por eso decimos que Tony Stark representa al típico hombre infeliz, más allá de su alto poder adquisitivo, que decide salir a combatir las injusticias para rellenar necesariamente los huecos de su alma pero que aún debe aprender a valorar realmente sus amores y amistades.
El segundo vengador protagonista en ser presentado (solo por cuestión de semanas) fue Bruce Banner, alias el Increíble Hulk (2008). Olvidando las versiones del pasado, sobretodo la desalentada Hulk de 2003 que en ciertas ocasiones presentaba al homónimo personaje como una gran masa de plastilina verde, en este nuevo comienzo destaco personalmente la estupenda música de Craig Armstrong y la actuación de Edward Norton que le aporta calidad a esta entrega.
Pero continuando este breve repaso por los valores y condenas de estos vengadores es menester aclarar que el tema a presentar sobre este Dr. Jekyll/Mr. Hyde del mundo de los cómics es la discriminación o segregación social que sufre cual criatura de Frankenstein en la novela de Mary Shelley. Un ser incomprendido, un caso frecuente incluso en la realidad de nuestra sociedad. Es común hoy en día marginar en base al prejuicio, sin entender que un ser distinto no es algo que corrompe lo establecido ni desequilibra negativamente la balanza social, sino alguien que desde su posición diferente al resto pueda aportar positivamente lo que el ordinario no puede. A diferencia de Iron Man, la catársis presentada en esta nueva entrega de Hulk no proviene justamente del protagonista, sino de la reflexión final del resto de los personajes para con el protagonista.
Ahora bien, si consideramos la supernaturaleza en su estado más puro personificada en esta saga debemos referirnos a Thor. El dios nórdico del trueno y, casualmente, de las batallas. Llevado a la pantalla por el nuevo Pitt del cine, Chris Hemsworth (a quien pudimos apreciar brevemente en Star Trek) de la mano del gran Kenneth Brannagh, la personificación del hijo de Odín (Anthony "sin palabras" Hopkins) tiene como objetivo de análisis la arrogancia producida por el orgullo que presenta a raíz de sentirse el poderoso ser que es. Nacido para defender el trono de Asgard, su irritante actitud egocéntrica e individualista lo condenan al destierro en nuestro planeta, donde comienza a relacionarse con seres humanos, "inferiores a él", claro. En especial con Jane, la científica interpretada por la bella israelí Natalie Portman, quien se convierte en su verdadero cable a tierra, haciéndole sentir el amor humano y guiándolo en la autorreflexión necesaria para valorar su poder divino de la unión en amistad con los demás guerreros de Asgard, así como también la virtud que yace en el amor incondicional con los seres humanos de la Tierra.
Para finalizar nos debemos zambullir en el comienzo de la línea temporal concerniente a estos cuatro personajes. Y al sonido de la marcha heroica del orgullo nacional de las tropas yankees se vislumbra a Steve Rogers en la armadura del Capitán América. Mutado a través del proyecto supersoldado en plena Segunda Guerra Mundial, el "primer vengador" es otro de esos héroes como Hulk, que no debe redimirse, sino al contrario, dar el ejemplo a terceros, en este caso, de lo que es la fuerza de voluntad y un inmenso corazón. Hay una escena clave de la película Capitán América: el Primer Vengador (2011) en la que, en ese momento, el debilucho Rogers, mantiene una agradable conversación con el científico ideólogo del proyecto que lo convertiera en un superhéroe, en la que éste último destaca la increíble virtud del jóven voluntario respecto a los demás postulantes, remarcando que la fuerza y resistencia física de un soldado bruto jamás podría superar a la bondad y abnegación de un hombre ingenioso para con su pueblo, tanto a la hora de liderar la victoria de una nación como en la mismísima vida cotidiana. Por ende, esta historia podría contar a rasgos profundos cómo se produce el nacimiento de un prócer y la importancia absoluta que tiene el valor y la confianza en uno mismo por sobre cualquier otro factor. Hay que decir que no fue un error contratar a la Antorcha Humana de la propia Marvel para el papel protagonista, sino un gran acierto al momento de encarnar a un Steve Rogers indefenso y posteriormente su versión magnificada como el capitán.
La convergencia de estos personajes se podrá ver en nuestro país casi a mediados del próximo año, con el agregado de dos miembros en el equipo, la sexy Scarlett Johansson como la Viuda Negra (la pudimos ver en Iron Man 2) y su posible interés romántico en la ficción, Ojo de Halcón (el ascendente Jeremy Renner, quien participó en Thor y previamente protagonizó la oscarizada The Hurt Locker), además de Nick Fury (Samuel L. Jackson, quien a esta altura ya no necesita presentación alguna), director ejecutivo de S.H.I.E.L.D, la organización responsable de reunir a todos estos superhéroes que seguramente harán explotar las salas en 2012 y desde ya tendrán innumerables secuelas. Esto demuestra una vez más que la unión hace la fuerza, y, sobretodo en el presente caso, fuerza comercial de ventas.

Edward Norton por Mark Ruffalo:
El único cambio importante en el reparto de Los Vengadores se sentirá en el personaje de Bruce Banner (Hulk).


Por Ricardo E. Bolzán.

10 de Septiembre de 2011.



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